Para la piel.
Nutre, hidrata y calma. Ideal después de la ducha o como loción después del afeitado.
Contiene sustancias antibacterianas que ayudan a combatir la sequedad y las irritaciones.
Para el cabello.
Una mascarilla de aceite de coco devuelve el brillo, fortalece las puntas y reduce la fragilidad.
Aplícalo en el largo del cabello una o dos horas antes de lavarlo; el resultado se nota tras pocas aplicaciones.
Para la digestión.
El aceite de coco contiene grasas saludables que favorecen el funcionamiento intestinal y mejoran la absorción de vitaminas.
Añade una cucharadita a tus cereales, batidos o bebidas calientes.
Elige aceite de coco virgen extra prensado en frío: conserva al máximo sus propiedades beneficiosas.

